miércoles, 19 de noviembre de 2014

Andrea Maturana

Narrativa: Escritora y cuentista

Biografía (Santiago, abril de 1969)



Andrea Maturana Comienza a escribir cuentos en su adolescencia y ya a los 20 años forma parte de la antología “Brevísima relación del cuento breve en Chile”. Antes sus cuentos habían aparecido en antologías de concursos en los que había participado.
Estudió biología y paralelamente participó en el taller literario de Pía Barros (1987-1989) y, más tarde, en el de Antonio Skármeta y Marco Antonio de la Parra. Trabajó en su especialidad en un laboratorio, pero después abandonó la ciencia.
A los 23 años publicó su primer libro de cuentos — (Des) Encuentros (Des) Esperados-, compuesto de 13 relatos cargados de erotismo. De la Parra, en el epílogo al libro, señala que "su originalidad es sorprendente" y "su fuerza como narradora se impone de inmediato".

Su primera novela "El daño" tuvo un gran éxito en Chile, y le llovieron los elogios por parte de la crítica, pero luego vino un periodo de cinco años de cuasi silencio, que fue interrumpido sólo por dos libros infantiles. Como explica ella misma, “No escribí casi nada. Estaba siendo mamá, yo creo”
Su libro de cuentos No decir "explora la intimidad de la sociedad chilena contemporánea con sus miserias y sus silencios".
Maturana ha colaborado en diferentes suplementos del diario El Mercurio, como Zona de Contacto, Wikén y Ya; ha dirigido talleres literarios (entre 1992 y 1998) y realizado traducciones para la Editorial Andrés Bello y TESAM-RADIAN, S.A. También ha escrito guiones para la televisión, como para la serie documental Disfrute Chile (Nueva Imagen Producciones) o el programa Cinevideo y ha sido jurado en concurso de cuentos.
Sobre sus referentes, Maturana dice: "Hay muchos, en diversos momentos de mi vida. Cortázar como cuentista, sin duda. Algo del ahorro de recursos de Banana Yoshimoto, las ganas de escribir como John Irving o una novela ácida como las de Amelie Nothomb. Alguna vez estuve obsesionada con Thomas Bernhard.
Tiene una hija, Eva (a juzgar por la entrevista a Vania Barraza tiene otra hija) y vive fuera de Santiago (se fue por considerar que vivir allí era un "infanticidio" ), en Limache, donde dirige talleres de meditación Shambhala.

Premios

  •       1986: Mención honrosa en el concurso Cuentos de mi país
  •       1988: Mención honrosa en el concurso El cuento feminista latinoamericana
  •           1989: Mención honrosa en el concurso Juegos literarios Gabriela Mistral
  •      1990: Segundo premio en el concurso Encuentro Nacional de Arte
  •      2007: Mejor libro en la categoría autor por la sección nacional de la Organización Internacional para el Libro Infantil y Juvenil IBBY por Eva y su tan.
  •      2007: Mejor libro de cuentos publicado en 2006, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, por No decir.
  •      2013: Premio Altazor, categoría de literatura para niños y jóvenes por El gran Hugo.



Obras

  • (Des)encuentros (des)esperados, 13 cuentos, 1992; reeditados en 2000 por Alfaguara con un cuento más. Contenido del libro: Doble Antonia; Roce 1; Roce 2; Roce 3; Maletas; Piernabulario; Cita; Como en el teatro; Confesión; Del boceto; Alter ego; Viernes de laboratorio y Yo a las mujeres me las imaginaba bonitas. Epílogo de Marco Antonio de la Parra. A la edición de 2000 se le agregó el cuento Verde en el borde.

  •   El daño, novela, 1997, Alfaguara; traducida al holandés por Arena Publisher en 1999; reeditada por Alfaguara en España en 2000.

  •  No decir, Alfaguara 2006; contiene 12 cuentos: Partículas de sol; Interiores; Caperucita roja y los perros; Afuera y en ropa interior; Lo mismo de siempre; Solo; Las cosas como son; Ser ellos; Al fondo del patio; Las dos vidas de Perrito; Enfermedad mortal y No decir.










                       Cuentos para niños








               Cuentos de la escritora Chilena


  • La isla de las langostas, 1997, Editorial Cidcli, México (reeditada por Alfaguara Infantil, Santiago, 2011)
  • Eva y su tan, 2005, Alfaguara Infantil
  • Siri y Mateo, 2006, Alfaguara Infantil
  • El moco de Clara, 2010, Alfaguara Infantil
  • El gran Hugo, 2012, Alfaguara Infantil




Hablando de… (Des)encuentros (des)esperados



Adecuado el título para esta obra de la escritora nacional Andrea Maturana, se compone de un conjunto muy interesante de narraciones tan vecinas que a veces nos reflejamos en ellas.
Encuentros desesperados - desencuentros esperados, caricias que incitan y desordenan todos los sentidos, historias que nos trasladan a una aventura fantasiosa que todos alimentamos en el encuentro con el sexo opuesto y que son escritas con un atrevimiento que se agradece y que hace de la lectura de este libro un verdadero placer.
Si nos acercamos a la obra, nos encontramos con una antología de cuentos eróticos, el relato "Cita", es sin duda uno de los mejores cuentos de solapado erotismo que se puede encontrar en el libro, tan vívido y real que más de alguien se debe sentir identificado por él. Otro cuento llamado “Del Boceto”, es una mezcla de cordura y locura, quizás porque más de alguna vez hemos imaginado a alguien y lo hemos llevado a la realidad, como si existiera…aunque el final es algo esperado. El otro cuento que llama bastante la atención es roce III…el del ascensor, en este caso el final parece menos planificado que en el anterior.
Una mirada íntima y autorizada, con una perspectiva suavemente feminista o más bien dicho con un tono femenino claro, pero atrayente, estos relatos nos presentan personajes furiosamente humanos, con obsesiones que de tan nítidas y reconocibles las hacemos propias, atrapándonos en cada uno de dichos relatos.
En el libro hay muchas situaciones que nos llenan de sorpresas y gratificación, lo que habla bien de la pluma de esta autora, es que los sentidos están más alertas y receptivos al texto sensual en cada relato.




Entrevistas a Andrea Maturana


"Resumen de Redes", programa que entrevista a Andrea Maturana donde reflexiona sus grandes momentos como escritora y nos cuenta con detalles su prosa.






"Las cosas ocultas pesan mucho más que las dichas"

Desde muy joven se entregó a eso de escribir cuentos y hoy, con apenas 38 años, Andrea Maturana está considerada una de las escritoras más representativas de la literatura latinoamericana de los últimos tiempos, aunque en España acaba de aterrizar con su única novela, El daño (publicada en Chile en 1997). Los títulos de sus libros nos ponen los dientes largos a quienes nos hemos enganchado a su buen hacer con las palabras. Y es que Nuevos cuentos eróticos (Grijalbo-Mondadori, 1991), (Des)Encuentros (Des)Esperados (1992) y No decir (2006; once relatos que exploran la intimidad de la sociedad chilena contemporánea con sus miserias y sus silencios) a priori suenan muy bien. Pero tendremos que esperar. Lo bueno, ya se sabe, se hace esperar.

Notodo: Si algo nos ha llamado la atención de tu libro es esa manera sencilla de narrar los acontecimientos para después introducir de manera brutal, en un par de frases, la verdad de los hechos, lo que más duele. No es cruda, pero el efecto que consigue sí. Es inevitable hablar de Vinka Jackson, a quien le dedicas el libro y que ha publicado recientemente su historia de abusos sexuales en su infancia. ¿No te resultó difícil escribir una historia tan dura, tan cercana, y casi ponerle nombre propio?
Andrea Maturana: En verdad mi relación con mi escritura es mucho más visceral que intelectual. No hago un plan mental y organizado de las cosas antes de escribirlas, sino más bien las hago pasar por mi cuerpo, por mis sensaciones, de modo que sí es duro escribir historias duras: para hacerlo tengo que haberlas decantado emocionalmente primero, y eso es doloroso. Sin embargo había algo detrás de esta novela, otra cosa, casi una búsqueda de un acto de justicia para mi amiga, cuya historia nunca antes había sido validada. Eso fue un gran impulso en el momento de escribirla.

N.: Han pasado diez años desde que se publicó El daño en Chile y ahora llega a España. ¿Cómo se vive este segundo lanzamiento desde los ojos de quien ha escrito la historia y ha madurado en su manera de trabajar?
A. M.: Se vive con agradecimiento y con sorpresa. Yo no conozco ni necesariamente entiendo las políticas editoriales o de mercado, porque ése no es mi trabajo, pero el que España haya decidido llevar mi novela fuera de Chile diez años después, por las razones que sea, ha sido maravilloso. Lo ha sido para mí como escritora y también como persona: espero que sea la antepuerta para llevar también el libro de Vinka Jackson, un libro maravilloso y durísimo, extraña mezcla.

N.: ¿Crees que la literatura tiene que alimentarse de las miserias, hacerlas públicas contándolas tal y como son, aunque sean difíciles de ver y nos obliguen a tener los ojos abiertos? Literatura protesta, digamos.
A. M.: No. La literatura es algo demasiado grande, es como decir "la gente". Si toda la literatura se alimentara de las miserias, leer sería monótono y terrible. Yo creo que debe alimentarse de todo: de todos los sentimientos y aconteceres humanos y naturales y sobrenaturales, de los sueños y de las fantasías, de la ciencia y de lo cómico y de lo triste. Lo que pasa es que cada uno tiene ahí sus intereses y sus sensibilidades... A mí la mentira, las cosas ocultas, las hipocresías y la negación son temas que me queman las manos. De alguna manera no puedo quedarme sin decir ciertas cosas. Pero eso es personal y quizás, sí, una forma de protestar frente a lo sobrevaloradas que están las apariencias.

N.: ¿Crees que el compromiso del escritor debería limitarse a contar la historia simplemente? ¿O tal vez debe trascender la historia y tomar cartas en el asunto? Es decir, tú has escrito El daño y es inevitable pensar que te metes de lleno con un tema que nos llega al alma a todos, el abuso sexual de niños. Si además la novela está basada en una historia real, ¿ya has pasado a formar parte de quienes luchan activamente en contra del maltrato infantil?
A.M.: Yo soy escritora, no soy activista ni política. No sirvo mucho para eso. Creo que hoy hay una tendencia a querer transformar al escritor en un personaje que "representa" algo: a las mujeres, a los jóvenes o la lucha contra esto o lo otro. El compromiso del escritor es escribir. Es ésa su forma de aportar. Si mi libro sirve para abrirle los ojos a una madre, a una sola, yo ya siento que la aportación está hecha. Lo otro, luchar activamente, es otra capacidad y no necesariamente es el escritor quien la tiene, aunque podría darse.

N.: Eres bióloga además de escritora. Es una pregunta tópica, pero es interesante saber cómo vives esa relación antagónica ciencia - literatura, o si no es tan antagónica como pensamos algunos.
A.M.: Trabajé en un laboratorio y al mismo tiempo escribía una columna semanal para un diario, y era perfectamente compatible. Luego abandoné la ciencia y el remanente que me queda es que traduzco documentos científicos. Todo lo que he aprendido me sirve, y me ha servido en momentos inesperados de la vida. No hay nada antagónico en desarrollarse en varias disciplinas, sólo hay crecimiento.

N.: Escribes sobre todo cuentos. ¿Cuestión de comodidad? ¿Lo prefieres a la novela?
A.M.: El cuento se ajusta más a la forma en que yo elaboro mi trabajo. Tiene algo más preciso, es más breve y perfecto que la novela. Ésta da espacio para más divagación, y yo no divago mucho cuando escribo.

N.: Háblanos un poco de ese "exorcismo" que ejerce la palabra en tu obra a la hora de espantar a los fantasmas que atormentan a los personajes. ¿Es habitual en tu literatura? (no te hemos leído demasiado en este país, una lástima).
A.M.: El exorcismo a través de la palabra sí es habitual. Está presente también en mi último volumen de cuentos, No decir. Mi sensación es que las cosas ocultas pesan mucho más que las dichas, aunque decirlas a veces sea difícil. No decir trata de generaciones con secretos guardados y pesares asociados y con el experimento de abrir esos espacios en un momento dado y ver qué pasa. Ver qué pasa cuando se nombra lo que parecía innombrable. Creo que "decir" es el primer e indispensable paso para sanar.

N.: ¿Quiénes son tus referentes?
A.M.: Hay muchos, en diversos momentos de mi vida. Cortázar como cuentista, sin duda. Algo del ahorro de recursos de Banana Yoshimoto, las ganas de escribir como John Irving o una novela ácida como las de Amelie Nothomb. Alguna vez estuve obsesionada con Thomas Bernhard. En fin, muchos, según lo que me estuviera pasando en ese momento.

N.: ¿Cómo ves la literatura hispanoamericana actual?
A.M.: Veo surgir muchas cosas distintas. Voces que son más personales que generacionales, que hablan de cosas particulares, de miradas, de intereses de cada uno. De todos modos, y nuevamente, la literatura hispanoamericana es algo demasiado grande. Yo he leído a algunos autores, pero no sé si tengo una visión tan global como para hablar de toda ella.

N.: ¿Y la española?
A.M.: La española la conozco poco, no me he dedicado a leerla tan minuciosamente como para poder hacer una distinción precisa respecto de la hispanoamericana.

N.: ¿Leeremos No decir en España?
A.M.: ¡Ojalá! ¡Pregúntele a Alfaguara!


Reflexión y crítica


Andrea Maturana se perfila como una de las escritoras que modelan un proyecto literario de fin de siglo que reconfigura simbólica y culturalmente el repertorio ideológico de la literatura femenina latinoamericana contemporánea. Maturana se perfila como una escritora con una nueva propuesta estética, con una escritura que interroga el discurso autoritario y cuestiona la textura genérica de las relaciones socio-culturales.
Maturana logra en su libro (Des) encuentros (Des) esperados acercar se al erotismo desde un lugar complejo y que a simple vista, parece agotarse pronto: la sutileza. En este libro de cuentos, la sutileza es evidente en todos, pero mas en Roce I, en Roce II y en Roce III. En este viaje por el erotismo Maturana se encuentra con otra serie de recursos que aluden al tiempo, al espacio, a la palabra misma y a sus juegos. Es un libro entretenido que tiene gran valor porque explora el mismo recurso de la sutileza desde diferentes posibilidades y ahí radica lo interesante. No puede escaparse en sus relatos la tristeza y la frustración que muchas veces deja todo lo que tiene que ver con el erotismo.  Hemos de reconocer que a veces se pone melodramática, pero queremos creer que es parte del juego de explorar esos límites a veces confusos entre lo erótico, lo romántico y lo cursi. Creemos que es una buenísima lectura a la que hay que acercarse, pues según el epilogo, la crítica y nuestro gusto personal, esta mujer promete.



1 comentario:

  1. hola, mi nombre es Geovanna, me hablaron del libro No decir y he estado intentando de encontrarlo en las librerías y no está me dicen que se encuentra descatalogado... y quiero leerlo ya se hizo en desafío el encontrarlo. tú sabes como lo puedo hacer? me puedes orientar por favor.
    gracias

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